Un libro muy fiel a su título.
Me he quedado enganchado a la lectura continuada y compulsiva de estos artículos, reportajes y entrevistas que no dejan indiferente al lector, y si lo dejan es porque no es humano.
Historias recias, duras, con suertes dispares, pero con un hilo conductor, la humanidad de sus personajes y el estilo del periodista. Un estilo que conjuga la maestría en el uso del lenguaje con la elección quirúrgica de los términos que alcanzan en lo más profundo d elas entrañas. Había disfrutado mucho con su novela «Los ingratos». Me adentré de puntillas en su faceta de periodista, pero esta compilación me ha impresionado, devastando y llenando al mismo tiempo todo el espectro emocional.
